Nueva entrada del maravilloso blog de Miguel Sanmartín
http://delibrospadresehijos.blogspot.com.es/
Pueden enlazarlo también en nuestra sección “que nazcan en el asombro”
Tolkien y Gimli. Obra de los hermanos Hildebrandt (Greg, 1939 -, Tim, 1939-2006).
«Una vez te relacionas con los magos y sus colegas, ya no sabes lo que pasará después».
J.R.R. Tolkien. Roverandom
No cabe duda de que J.R.R. Tolkien es uno de los autores más celebrados y populares del pasado siglo, y que su popularidad y éxito siguen gozando de una buena y robusta salud. La causa de ello es, obviamente, su magna obra El Señor de los anillos y su fiel acompañante, El hobbit. Pero los buenos aficionados a Tolkien saben que su labor literaria no se acaba ahí y que aguardan al curioso lector otros trabajos estimables por descubrir; narrativa menor, sí, pero obra de Tolkien, y a eso siempre vale la pena acercarse.
Para los más pequeños (gracias a su dedicación como padre atento y amoroso), Tolkien dejó títulos como El señor Bliss, Roverandom y Egidio el granjero de Ham, y ello a pesar de que creía firmemente que no existe tal cosa como escribir “para niños”, y que pensar lo contrario era un claro error, cometido normalmente por aquellos que «por cualquier razón privada (como la falta de hijos), tienden a pensar en los niños como un tipo especial de criatura, casi una raza diferente, en lugar de normales, si bien inmaduros, miembros de una familia en particular y de la familia humana en general» (Sobre los cuentos de hadas, 1947). Sin embargo, él mismo se saltó esa “regla” en algunas ocasiones, cuando era más joven y sus hijos eran pequeños, para delicia de estos y de los hijos de otros.
ROVERANDOM
Portadas de la edición española de Minotauro y de una edición inglesa.
Para seguir leyendo:
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