La esperanza tiene dos bellas hijas. Sus nombres son enojo y valor; enojo por cómo están las cosas y valor para asegurarse de que no sigan como están. San Agustín de Hipona.
Esta frase junto a la oración continua en San Austín puede ayudarnos en estos tiempos de zozobra.
El Nuevo Testamento exhorta a menudo y de diversas maneras a rezar constantemente. San Pablo invita a los primeros cristianos a orar «sin cesar”, y «en todo tiempo movidos por el Espíritu». El Apóstol utiliza con frecuencia el verbo griego proskartereô, que significa «persistir, perseverar, permanecer en algo», y también «ocuparse asiduamente de algo, pensar constantemente en algo». Utilizando este vocablo, san Pablo escribe: «Perseverad en la oración»; «[sed] constantes en la oración», y dice a los de Tesalónica que él mismo reza en todo momento por ellos.
En esto san Pablo sigue la enseñanza de Jesús cuando narra la parábola de la viuda y del juez inicuo «sobre la necesidad de orar siempre y no desfallecer».
(…)
El mejor consejo para estos tiempos en que los malvados van destilando el veneno lento pero seguro.
El Santo Rosario para no perder la paciencia y perseverar hasta el final.
(predico y practico).
Un Santo año 2019 para tí Belén.
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