Uniéndome a la batalla contra el liberalismo, el personalismo y todos los ismos que dañan la catolicidad recia y beligerante, ante la bestia que amenaza con arrasar con todo lo que lleva el sello de tradición, no puedo dejar de publicar este comentario del muro de Alonso Gracián.
¿Pero es que no existe, en estas tierra de aquí mismo, también de allende los mares, algo más de tres o cuatro cabezas católicas que haya percibido esto? ¿No se han dado cuenta, apenas tres gatos que andurriamos por aquí o por allá, que a nuestro catolicismo de siempre le hizo un daño enorme pensar a la francesa? Tambien a la alemana, porque la huella de Heidegger, Guardini, Rahner o Bonhoeffer, no deja de ser tan honda como la de Marcel, Maritain, Congar, De Lubac o Mounier.… ¿Ninguna mente católica importante, de nuestro ámbito hispano, se ha dado cuenta de la importancia de un discurso tradicional more hispano? Frente a los antes dichos, me quedo, sin lugar a duda, con Álvaro D´Ors, Leopoldo Eulogio Palacios, Francisco Canals, Rafael Gambra, Alberto Caturelli, Julio Meinvielle, Leonardo Castellani, Elías de Tejada y tantos otros más. Me quedo con ellos, como ellos se quedan con la opción clásica, la heredada. Cuán pronto rechazaron la maniera personalista francoalemana, con claridad y precisión, tendrán a bien tenerlo por gloria suya, y nuestra.