Es curioso el fenómeno del cristianismo de nuestro tiempo, bueno me refiero concretamente al catolicismo.
Muchos de ustedes pertenecerán a grupos de chats en el móvil con amigos y familiares y seguro que les habrá tocado sacar temas controvertidos. Por una parte habría que hablar de esos grupos familiares, con unas relaciones tan “profundas” que sólo sirven para felicitar cumpleaños y dar el pésame. Son grupos en los que lo único que cabe son manitas dando aplausos, dedos arriba y confeti. También emoticonos tristes cuando muere alguien y en seguida mandar al difunto al cielo, sobre todo para no enfadar a los familiares y para no herir sentimientos y romper esquemas sobre lo del purgatorio, rezar y mortificarse.
Por otro lado están esos grupos en los que somos todos católicos , pero muy abiertos y comprensivos con todas las realidades, como dicen algunos y estar a favor del cambio de sexo de un niño que se siente niña , no está reñido con su ser católico.
El catolicismo se está convirtiendo en un humanismo devoto reducido a la esfera privada en los mejores casos y a una religión del hombre para el hombre en el que se puede discrepar de todo hasta de lo más sagrado en el peor de los casos.
Uno de los temas controvertidos para un católico es el tema del Valle de los Caídos. Podríais probar a meter la discusión en un grupo de chat y auguro acabar como el rosario de la aurora.
En España en concreto se ha apropiado de la mentalidad del ciudadano medio el discurso de la izquierda y de la mentira y eso va unido a discrepar y a opinar sobre incluso la demolición del Valle:
Pensar que algunos católicos pueden estar de acuerdo con este discurso izquierdista y mentiroso de derribar la cruz, porque es fuente de división, no deja de poner la carne de gallina y de mirar y augurar nubes negras en el horizonte del catolicismo. Pensar que muchos católicos y no digamos obispos y eclesiásticos se han unido de forma “prudencial” al discurso del anticristianismo en aras de la tolerancia y de la fraternidad no deja de ser espeluznante.
Les aconsejo escuchar el video de Alberto Bárcena , profesor de doctrina social de la Iglesia y experto en el Valle de los Caídos. Quizás si aquellos que se han quejado de ser objeto de tanto prejuicio por parte de ciertos sectores, empiezan ellos mismos a asumir el discurso católico con todas sus consecuencias incluidas la de que no se puede estar con Cristo y contra Cristo; quizás realmente la Verdad nos hará libres y seremos capaces de asumir que ser católico es cuestión de decir sí y dejarse guiar por la luz de la Iglesia que ilumina todas las realidades del hombre a la luz de la fe y de la razón.
Tirarse a la parrilla , igual que san Lorenzo.
Y que la Gracia nos ayude.
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