Seguimos con este libro , muy recomendable.
Realmente impresionante y bello este Salmo. Señor líbranos de los impíos
Salmo 5
1 Para el fin, por aquella que consigue
la herencia, salmo de David.
2 ¡Penetren tus oídos mis palabras, Señor,
escucha mi gemido!
3 ¡Atiende mi oración suplicante, oh
mi Rey y mi Dios!
4 ¡Porque a ti te rezo, oh Señor! Por la
mañana temprano escuchas mi llamada.
5 Por la mañana temprano me presento
ante ti y te busco con la vista,
pues no eres Tú un Dios que se
complace en la injusticia.
6 Y el malvado no puede estar ante ti,
ni los injustos resisten ante tus ojos.
7 Detestas a los que hacen el mal, exterminas
a los mentirosos; al hombre
fraudulento y sangriento lo abomina
el Señor.
8 Mas yo, por la abundancia de tu
amor, entraré en tu casa, te adoraré
frente a tu santo templo lleno de tu
temor.
9 ¡Señor! Guíame en tu justicia, frente
a mis enemigos allana el camino ante
mí.
Que no hay veracidad en su boca, su
corazón es vano.
11 Su garganta es un sepulcro abierto,
con su lengua cometen engaño, ¡llévalos
a juicio, Señor! ¡Hazles fracasar
en sus intrigas, arrójalos por la
multitud de sus fechorías, porque te
han provocado la ira, oh Señor!
12 Y alégrense los que a ti se acogen, se
alborozarán por siempre y Tú morarás
entre ellos. Y exultarán en ti los
que aman tu nombre,
13 porque Tú bendices a los justos. Oh,
Señor, como con un escudo nos cubres
con tu favor.
Comentario al Salmo
Apenas hay alguno entre los 150
salmos en que no se hable de los enemigos, de los impíos,
de los malhechores o, al menos, de aquellos que
no ponen su esperanza en Dios, como hace el salmista,
sino en su propia fuerza. Lo segundo que se impone
es lo siguiente: los enemigos se identifican siempre
con los malhechores, con los impíos. Son enemigos de
Dios. Y a veces resulta que los enemigos de Dios son
enemigos del orante. En ocasiones, es el orante mismo
quien los declara como tales porque son enemigos de
Dios….
¡ que arda tu corazón!