A estas alturas , ya todos conocemos a Evelyn Waugh. Podríamos decir que le tocó vivir los tiempos de aquella batalla en el mismo seno de la Iglesia, batalla en la que tantas almas perdieron su fe y la primavera eclesial tan querida se fue transformando poco a poco en un crudo invierno eclesial, en el que todavía estamos inmersos.
Fueron tiempos de regateos, de rebajas, de coquetear con las palabras y los giros de frases, para que lo que parecía ser no fuera y lo que fuera dejara de ser. El enemigo se despachó agusto.
Uno de estos personajes ansiosos de cambios , de novedades, de cambiar lo blanco o negro en tonalidades de grises (también algo muy de moda hoy en día) y muy especialmente en el tema del ecumenismo fue el Cardenal Bea.
A dicho cardenal, Evelyn Waugh le dedicó unos comentarios “muy cariñosos” en esos años.
Hoy creo que estos cariñosos saludos podrían haber estado dedicados al cardenal Kasper durante el sínodo de la familia.
Carta a Lady Diana Cooper
Combe Florey House
7 de febrero de 1965
Querida,
…Es lindo ir a Roma. Están destruyendo todo lo que era superficialmente atractivo en mi Iglesia. Es un gran dolor para mí y, por una vez, inmerecido. Si ves al Cardenal Bea escúpele en el ojo.
Cariños,
Bo.
¡ que arda tu corazón!
JAJAJJAJAJAJJAJAJAJJA
Si los ingleses no existiesen, tendríamos que inventarlos: sin ellos, la vida no sería la misma.
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Sí, sobre todo los católicos ingleses, esos son “inmejorables “
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