Hoy celebramos el día de la Madre. ¡Felicidades a todas ellas!
Un lector de nuestro blog, D. Santiago Arellano nos ha mandado este precioso soneto dedicado a la Madre común que todos tenemos en el Cielo: Nuestra Madre la Virgen:
MARÍA, CONSOLADORA DE LOS AFLIGIDOS
Viene la luz, y sin presencia apenas,
forma y color devuelve a toda cosa,
blancura a la azucena; y a la rosa,
señorío y fragancia a manos llenas.
Sopla la brisa y sobre las arenas
el ardor de la tarde se reposa,
y, en vuelo a contraluz, mi Mariposa
viene sin tiempo y llega solo a penas.
Sin que surja la luz nos iluminas.
Sin que sople la brisa nos oreas.
Y a mí, Mariposilla, me fascinas
Y Puesto que en tu Hijo me recreas,
Madre consoladora de mis penas
rompe ya para siempre mis cadenas
¡Que arda tu corazón!